Virgen de Akita
El 12 de Junio de 1973 la
hermana Agnes Sasagawa oraba en su convento en Akita, Japón cuando observó
rayos brillantes que emanaban del tabernáculo. El mismo milagro se repitió los
próximos dos días.
El 28 de Junio, una llaga en
forma de cruz apareció en la palma de la mano izquierda de Sor Agnes. Sangraba
profusamente y le causaba gran dolor.
El 6 de julio, mientras rezaba,
Sor Agnes escuchó una voz procedente de la estatua de la Virgen María que está
en la capilla. Era el primer mensaje.
El mismo día, algunas hermanas
descubrieron gotas de sangre que fluían de la mano derecha de la estatua. Este
flujo de sangre se repitió cuatro veces. La llaga en la mano de la
estatua permaneció hasta el 29 de septiembre. Pero ese mismo día, la
estatua comenzó a "sudar", especialmente por la frente y el
cuello.
El 3 de agosto de 1973, Sor
Agnes recibió un segundo mensaje y el 13 de octubre del mismo año, el tercero y
último.
El 4 de enero de 1975, la
estatua de la Virgen comenzó a llorar y continuó llorando en diferentes
ocasiones por 6 años y 8 meses. La última vez fue el 15 de septiembre de 1981,
fiesta de Nuestra Señora Dolorosa. Fueron un total de 101 lacrimaciones.
La hermana vidente se llama
"Agnes" que significa cordero. Fue sanada de sordera, lo cual se
verificó no tener explicación médica. Este milagro fue una señal de la
autenticidad de las visitas de la Virgen
Aprobación eclesiástica de las
lágrimas de la estatua y los mensajes.
El 22 de abril de 1984, después
de ocho años de investigación y habiendo consultado con la Santa Sede, los
mensajes de Nuestra Señora de Akita fueron aprobados por el obispo de la
diócesis de Niigata, Japón, Monseñor John Shojiro Ito. El declaró que los
eventos de Akita son de origen sobrenatural y autorizó en toda la diócesis la
veneración de la Santa Madre de Akita. En la villa japonesa de Akita, una
estatua de la Madonna ha derramado sangre, sudor y lágrimas, según el
testimonio de más de 500 cristianos y no cristianos, incluyendo el alcalde
budista del pueblo. Una monja, Agnes Katsuko Sasagawa ha recibido los estigmas
y mensajes de Nuestra Señora.
En junio de 1988, Joseph Cardinal Ratzinger, Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, impartió el juicio definitivo sobre los eventos y mensajes de Akita, juzgándolos confiables y dignos de fe. El cardenal observó que Akita es una continuación de los mensajes de Fátima.
NUESTRA SEÑORA DE AKITA. Ruega por nosotros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario